TU RUTINA DE SKINCARE EN 6 PASOS

TU RUTINA DE SKINCARE EN 6 PASOS

El cuidado de la piel es un tema tan amplio que es fácil confundirse con tanta información y productos disponibles. Si a eso le sumamos que cuando somos jóvenes en muchos casos no nos preocupamos por tener una rutina completa, y empezamos a buscar información sobre el tema más adelante cuando ya empezamos a ver los signos del envejecimiento y estamos desesperados por buscar solución a los pequeños problemas que van apareciendo, esto se puede convertir en un tema difícil de digerir. Por eso aquí queremos contarte los puntos básicos que debes tener en cuenta a la hora de diseñar tu rutina de skincare.

Una buena rutina de cuidado de la piel, sin importar tu edad, tiene los mismos pasos básicos. Lo que puede variar son los productos que pueden cumplir cada en función en diferentes etapas de tu vida.

1. Limpiar

El primer paso de cualquier rutina de skincare debe ser la limpieza. Uno de los grandes errores que podemos cometer es limpiar nuestra cara solamente en las noches cuando vamos a desmaquillarnos. En realidad, durante la noche nuestro cuerpo produce aceites y podemos entrar en contacto con impurezas. Por eso debemos limpiar nuestra cara en la mañana y en la noche.

Existen una gran cantidad de productos que puede cumplir la función de limpiar la piel. Lo importante es buscar uno que realmente limpie tus poros a profundidad, pero que también sea suave para que no le quite a tu cara los aceites naturales que son necesarios para mantenerla sana. Nuestro limpiador favorito que cumple ambas funciones es el agua micelar.

2. Tonificar

Este es un paso que muchas personas omiten pero que debería hacer parte de todas las rutinas. A veces al limpiar la cara con jabones muy fuertes el PH de la piel se va hacia el lado básico. Por eso es importante utilizar un tónico que le devuelva al PH su nivel natural. ¡La buena noticia es que si utilizas agua micelar para limpiarte la cara no tiene que hacer este paso! Las partículas llamadas micelas que componen el agua micelar logran separar de las impurezas de los aceites naturales de la piel, sin afectar su PH. Por esta razón el agua micelar actúa al tiempo como limpiador y cómo tónico.

3. Ingredientes reparadores

El tercer paso es aportarle a la piel ingredientes específicos en la forma de serums o aceites que ayuden a reparar los daños causados por la exposición a diferentes agentes. Para este paso debes buscar productos que sean antioxidantes, hidratantes o que estén indicados para tratar los problemas específicos de tu piel. La mayoría de serums o aceites utilizarán ingredientes antienvejecimiento como la vitamina A o C o hidratantes como el ácido hialurónico. O puedes buscar ingredientes como el CBD que cumplan varias funciones a la vez.

4. Contorno de ojos

Este es otro paso que muchas personas se saltan dentro de su rutina, pero que deberías incorporar siempre. La piel de alrededor de tus ojos tiene una composición diferente a la del resto de la cara. Es mucho más delgada y al estar en constante movimiento es más propensa a mostrar los signos del envejecimiento o de la fatiga. Por eso debes usar productos que estén diseñados para esta zona específica. Estos productos deben ser muy hidratantes y contener ingredientes antioxidantes en una mayor concentración. También puedes buscar algunas opciones con cafeína si tienes tendencia a desarrollar ojeras y bolsas debajo de los ojos.

5. Hidratar

El quinto paso es hidratar. Es posible que en el paso de los ingredientes reparadores ya hayas utilizado algún serum o aceite que hidrate tu piel. Normalmente esos productos están diseñados para tener moléculas más pequeñas que penetren hacia las capas inferiores de la piel y generen hidratación a un nivel más profundo. Pero es importante utilizar también un producto que se encargue de hidratar la capa más superficial. Esto no solo mejorará al instante la apariencia de tu piel, dándole un look más fresco, si no que también creará una barrera protectora que permitirá que los ingredientes que aplicaste en el paso 3 se queden actuando por más tiempo en tu piel. Para este paso puedes encontrar diferentes tipos de productos como cremas o lociones. Busca la textura que más te guste y que se ajuste mejor a tu tipo de piel.

6. Bloqueador (en el día)

Si hay un producto que no deberías dejar de usar ni un solo día, es el bloqueador. Uno de los agentes que más daño le puede causar a nuestra piel es el sol. Por eso todos los días debes usar un bloqueador solar de 30 o más SPF, y aplicártelo en toda la cara, cuello, y cualquier parte de tu cuerpo que vaya a estar al descubierto.

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